Un magnífico ejemplo de lo que nos obsequia la naturaleza, es el icewine, ese vino helado, producto de las uvas congeladas por los intensos fríos invernales que fue descubierto en la región de Franconie, en Alemania, en 1794. Tal que el descubrimiento del fuego, del pan y del queso, el hallazgo del icewine o eiswein en alemán, tuvo un origen accidental. Tras una intensa helada, los vinicultores alemanes de la ya mencionada región, recolectaron los frutos de la vid que habían sido congelados ante las inclemencias climáticas y siguieron el proceso tradicional de la elaboración vinícola: prensaron cada una de las heladas uvas. Para su gran sorpresa, el resultado de esta particular cosecha fue excepcional, el sabor concentrado de las uvas con un alto y agradable contenido de azúcar era como una caricia al paladar, un intenso color amarillo paja invitaba a degustarlo y a aspirar sus aromas a frutas amarillas maduras: durazno, chabacano y mango en toda su expresión de dulzor. A partir de aquella ocasión, el icewine ingresó en el inventario enológico mundial, siendo confeccionado en países de tradición vitivinícola, poseedores de climas un tanto extremos como Canadá, Austria y Alemania. Con el paso del tiempo, Alemania, a pesar de ser la cuna de este contemporáneo néctar, se vio opacada en producción por Canadá ya que en esta nación el arribo de cada invierno garantiza temperaturas extremas, de tal modo el país norteamericano se convirtió en la potencia productora de esta célebre libación.
El Icewine canadiense
El primero en elaborar Icewine en territorio canadiense fue Walter Hainle, en el año de 1973, en el seno de la bodega que lleva su nombre, fue dicho acontecimiento el que marcó el inicio de la producción de icewine en la tierra del maple, a partir de ello la elaboración de vino helado tuvo lugar en la península del Niágara y en el valle de Okanagan, ambos pertenecientes al estado de Ontario, que se localiza en la misma latitud que la región de Burdeos en Francia, esta franja se caracteriza por ser la zona más privilegiada a escala mundial para la producción vinícola, seguida de la latitud que comprende la zona vitivinícola de Australia, Suráfrica, Argentina y Chile. Igualmente, este néctar se produce en territorio de Columbia Británica, donde las temperaturas veraniegas ascienden hasta los 35ºC e incluso más, lo cual permite el desarrollo de azúcares de la uva que actúan en la fermentación del vino. Con tales condiciones, los canadienses elaboran suficiente vino helado para exportar incluso a Europa, acción que hasta hace algún tiempo estaba restringida para proteger a los pioneros de tal bebida, aunque debido a la demanda existente, la interdicción fue anulada.
Eso que lo hace tan particular
Lo que hace a este vino tan especial son los cambios que sufre la materia prima con la que se confecciona el néctar: Los vinicultores que fabrican vino helado, dejan las viñas expuestas a la intemperie durante los meses de invierno, así, estando expuestas a las heladas, las frutas quedan cubiertas de hielo para posteriormente sufrir también la acción del deshielo, tal proceso tiene lugar en varias ocasiones, provocando la deshidratación de la fruta y por ende, la concentración de los azúcares y los ácidos, lo que a su vez contribuye a desarrollar el potente aroma y el gusto de esta bebida. La reglamentación canadiense Con el objetivo de asegurar una calidad excepcional de los icewine, todo vino helado producido en Canadá, debe cumplir con las normas dictadas por la Alianza de Vinicultores de Calidad (Vinters Quality Alliance), las cuales prohíben la utilización de métodos artificiales para congelar las uvas; asimismo cada frutilla debe ser recolectada manualmente durante periodos cuya temperatura oscile entre los 10 y los 13 grados centígrados, lo que puede significar en algunas ocasiones que la vendimia tenga lugar de noche. Posterior a la cosecha, las uvas son prensadas en un ambiente considerablemente frío, separando así el agua congelada del jugo de las frutillas, este último será sometido a una fermentación lenta que dura varios meses y que se detiene de forma natural.
Las cepas
Entre las uvas más utilizadas para confeccionar el vino helado, se encuentran la vidal en Canadá y la riesling en Alemania y Austria, son precisamente estas variedades las que se manejan para obtener la innovadora bebida, debido a su capacidad para soportar las condiciones climáticas extremas sin desprenderse del tallo. La riesling, además de poseer esta característica, es una uva sumamente aromática que contribuye de manera óptima al desarrollo de las características organolépticas del producto final. En casos excepcionales los artistas de la enología emplean también variedades como la cabernet franc y gewüstraminer que poseen también potencial para producir un vino de calidad.
El vino helado y los sentidos
Al degustar una copa de vino helado, nuestra vista encuentra por lo regular, un atractivo color amarillo paja con reflejos dorados que nos hace sospechar el dulzor que nos será develado ante el paladar, al proseguir el análisis por medio del sentido del olfato se descubre un aroma a lichi y a frutos amarillos como se mencionó anteriormente. Ya al llegar a las papilas gustativas, se alcanza el éxtasis, descubriendo las bondades que el invierno nos deja: sabores inéditos, afrutados, con un equilibrio perfecto entre dulzor y acidez, de textura aterciopelada y de una persistencia media que deja una agradable sensación. Es por todas estas singulares características que el vino helado ha causado furor entre los consumidores japoneses, quienes están siempre dispuestos a invertir cantidades exorbitantes para regalarse el placer de este néctar. Japón es posiblemente el país en donde se vende la mayor cantidad de botellas de icewine, habiendo sido incorporado al inventario de bebidas favoritas de los habitantes del imperio del sol. Además del codiciado vino helado, existe ahora una nueva opción para aquellos que gustan de sentir un ligero cosquilleo en la boca al disfrutar de una libación: la sidra de hielo, compatriota del icewine, hace presencia en el escenario, lista para deslumbrar al público mundial. Siendo ésta una bebida vanguardista y flamante bien vale la pena dedicarle un artículo en exclusividad pero lo dejaremos para otra ocasión...
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